El uso de la moto como medio de transporte diario en los meses más fríos del año es una práctica cada vez más habitual entre los moteros, que salvo en los días más complicados en los que el frío se une a la lluvia, usan su motocicleta para evitar atascos y ahorrar tiempo en sus desplazamientos en las grandes ciudades. El frío además de molesto, es motivo de muchos accidentes al ralentizar la reacción ante un imprevisto; la falta de tacto en las manos puede hacer que accionemos acelerador y freno de una manera más brusca.
Así que si eres uno de los valientes que decide utilizar la moto en invierno, es aconsejable que sigas algunas recomendaciones para combatir las inclemencias meteorológicas de esta época y así poder evitar los contratiempos que el frío conlleva. Lo primero que debes hacer es revisar el dibujo de los neumáticos para asegurar tener una buena adherencia en caso de que haya presencia de hielo o nieve. También es importante asegurarse de que la batería está bien cargada y llevar en el portaequipajes unas pinzas. Es bastante usual que puedan surgir problemas para arrancar la moto después de una buena helada, sobre todo si la moto la tienes aparcada en el exterior. En este caso, es aconsejable cubrir la moto con una funda.