Si bien es cierto que el taller es responsable de las averías causadas por su negligencia, el inconveniente con que se encuentran siempre los clientes que se enfrentan con un problema de este tipo es tener que demostrar que la avería detectada en el momento de recoger el coche no fue casual y que realmente el taller tuvo la culpa y fue el causante de la misma.
En estos casos una opción podría ser llevar el coche con la nueva avería a otro taller solicitando un presupuesto de la reparación en el que indiquen por escrito que la causa de la avería se produjo por causa de una manipulación o acción incorrecta sobre la pieza o el elemento averiado.
También es posible informarse en la Asociación de Peritos y Comisarios de Averías.sobre el posible coste de un peritaje con el que sería posible realizar una reclamación. Esta asociación es la encargada de realizar los peritajes necesarios para que los consumidores podamos posteriormente reclamar y que en los tribunales se nos dé la razón .
Con la prueba pericial que demuestre que el taller en cuestión ha sido el causante de la nueva avería, tendremos que acudir de nuevo al taller causante del problema solicitando la reparación.
En caso de que no lo hagan deberemos solicitar una hoja de reclamación e intentar conseguir un arbitraje de consumo. Si el taller se sigue negando a realizar la reparación, todavía podremos acudir a la vía judicial (si la reclamación no llega a 2.000 euros no necesitaremos ni procurador ni abogado), momento en el cual tendremos que aportar toda la documentación asociada con el caso: presupuestos, facturas de reparación, resguardo de haber dejado el coche en el taller, prueba pericial, etcétera.
Asimismo, es aconsejable enviar las hojas de reclamación a los organismos de consumo de la localidad del taller, para que estos puedan valorar si la forma de actuar y funcionar del taller puede llegar a ser sancionable con algún tipo de multa.
Ciertamente no es un proceso sencillo y tampoco está garantizado que los tribunales nos den la razón, sobre todo porque en muchos casos resulta muy complicado probar en que momento se produjo la avería y que fue durante el tiempo que pasó el coche en el taller cuando se produjo la manipulación incorrecta del elemento averiado. Lo mejor es intentar llegar a un acuerdo con el taller porque acudir a la justicia y más ahora con las nuevas tasas judiciales, puede resultar muy caro y no llevarnos a ninguna parte.
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